Dietas para Adelgazar

Hay pequeños detalles que pueden desequilibrarnos y provocar un aumento de peso. Varios estudios han demostrado que exponerse a la luz solar; eleva la producción de seretonina, que es el transmisor responsable del buen humor y a su vez esto influye en el hambre. Lo ideal es salir a pasear una hora diaria para que te de el sol. 

 Los edulcorantes artificiales tienden abrir el apetito. teniendo en cuenta que forman parte de los de muchos alimentos bajos en calorías. 

 Hay ciertos aditivos alimenticios como el glutamato que pueden llevar los alimentos preparados; como las salsas, las patatas fritas, etc. Dependiendo de la dosis; pueden hacer aumentar la sensaciòn de hambre. 

 

 Algunos fármacos tienen como efectos secundarios la estimulación del hambre: Los corticóides, los antihistamínicos o los antidepresivos. lo ideal es aumentar el consumo de verduras; para conseguir una mayor saciedad. 

 Hábitos contra sensaciones: "Reconocer el hambre real" 

 

 Repetimos lo que aprendemos de pequeños y son los hábitos más difíciles de vencer. Los bebés saben identificar cuando tienen hambre y lloran cuándo la sienten, sea la hora que sea para que los ayuden a saciarlas. 

En cambio nosotros  ignoramos nuestra hambre real y nos aferramos a nuestros horarios establecidos. 

 "Acábatelo todo": Cuándo tenemos el plato delante acabamos dejándonos llevar por aquella frase que decían nuestras madres de pequeños y no paramos hasta ver el fin del plato. Evitando contemplar la posibilidad de parar cuando realmente nos sentimos saciados. 

 Escucha tus sensaciones y olvídate de los horarios y raciones; para solo reconocer el hambre fisiológica real. 

 Las personas que siempre están haciendo dietas, acaban perdiendo la capacidad de reconocer las sensaciones de hambre y 

 saciedad. 

 2- Si el hambre juega en tu contra y tu dieta es muy restrictiva, nunca debes consumir menos de 1.200 kcal.